Review y opiniones de clientes de Bund 

UNA EXPERIENCIA NEFASTA PARA UN DÍA TAN IMPORTANTE COMO EL DE MI BODA.
Lamentable, incompetentes y nada profesionales. Pagas el 100% por adelantado y si algo sale mal, te quedas con las prendas defectuosas y no ves un céntimo de vuelta.
El traje de mi boda, después de 3 o 4 pruebas (más pruebas que la novia con su vestido que no era a medida), y a pocos días del enlace, aún tenía problemas en el pantalón. Ni siquiera supieron tomar las medidas el primer día porque el pantalón estaba en la primera prueba unas tres tallas más grande y a partir de ahí no fueron arreglos, sino parches, hasta llegar a la misma semana de la boda. Nadie se compra unos vaqueros tres tallas más grandes para decirle al empleado de la tienda que traiga unos alfileres y una tiza y le marque los arreglos. Sin embargo, da la casualidad de que en esta no-sastrería sí ven normal hacer eso con ropa «a medida».
Apareció un encargado de varias tiendas en España y las soluciones eran o quedarme el traje así sin compensación económica alguna (tienen mi número de cuenta, a ver cuándo me realizan la transferencia que me dijeron), o no llevarme el traje (era un martes y me casaba un sábado: ¿cómo voy a dejar el traje así como así? ¿dónde voy a comprarme otro y que me lo arreglen?) o que me atendiera el oficial de ¿sastrería? de urgencias debiendo trastocar todo nuestro horario del día siguiente tanto mi novia como yo casi en la víspera del enlace, como si no tuviera cosas que hacer. Cuando pregunté por el plan B si ese parche del ¿sastre? in extremis fallaba el jueves cuando me volviera a probar el traje de nuevo, la respuesta de todo un encargado nacional fue encogerse de hombros. Es decir, o perdía yo o perdía yo, o me arriesgaba con la ruleta rusa de Bund o dejaba el pantalón como estaba.
Dicho encargado llegó a decirme en presencia de un empleado que había pensado dejarme uno de sus propios trajes, opción rechazada por él mismo por la diferencia de talla. Menos mal que la rechazó él mismo, como si yo fuese a aceptar semejante aberración profesional. Si quiero un traje prestado, o lo alquilo o se lo pido a alguien de confianza, no a quien dirige una ¿sastrería?, que no está para prestar trajes, sino para tomar bien las medidas, asegurarse de que sus empleados las toman bien y que las prendas se ajustan a lo deseado por el cliente, que para eso paga varios cientos de euros.
Otra opción planteada por el propio encargado fue que cogiera el dinero, no me llevara el traje y que me fuese a otra tienda, incluso otra sastrería que él conocía y que podrían hacerme un traje a medida en dos o tres días. Es decir, tienes un negocio y dices a un cliente que se vaya a la competencia porque tú eres un incompetente. En fin, sin palabras…
Si la no-sastrería no cumple, no debe pagar las consecuencias el cliente, sino que la no-sastrería tiene que dar la cara asumiendo su responsabilidad incluso perdiendo parte del dinero por la compra de ese traje, si hiciera falta, como cuando en un restaurante nos sirven un plato en mal estado (no me imagino al encargado del restaurante diciéndonos: o te lo comes en mal estado o lo dejas, pero en cualquier caso, lo vas a pagar todo).
El encargado llegó a asegurar que el pantalón se tendría que haber hecho de nuevo, pero más allá de palabras, no hubo ningún gesto.
No vayáis a esta no-sastrería, lo ¿barato? sale caro y como pase algo no asumen ninguna responsabilidad más que para decir «lo sentimos mucho». No tenéis más que leer otra reseña presente que habla de hasta 6 pruebas de un chaqué para daros cuenta de la profesionalidad de gente que te da un pantalón a medida tres tallas más grande y luego son incapaces de compensar económicamente o con una prenda nueva, ya sea un pantalón o un chaqué, como en el caso del otro cliente.
Por vuestro bien, por vuestro dinero, por vuestra tranquilidad, sobre todo en días como una boda, no vayáis. Id mejor a cualquier tienda de un centro comercial y comprad un traje ya confeccionado y que luego un sastre o una modista de verdad os lo arreglen. Todo será desde luego mucho más tranquilo.